miércoles, 1 de marzo de 2017

- +

Creo que esto va de aprender a vivir roto, nos rompemos por mil y una experiencias con los otros, con la circunstancias que nos rodean, en definitiva nos rompemos por vivir.

Perder

No nos entra en la puta cabeza que nada es permanente, que todo se pierde y se gana porque se pierde. Tanto dolor por algo que va a pasar sí o sí, malditos imbéciles... En vez de aceptar con normalidad y esperar con buen ánimo lo siguiente que venga, nos quedamos con el dolor de la pérdida.
¿Con qué quedarse? Lo irrecuperable, lo que no volverá o lo nuevo, lo que nos aportará... Pobres idiotas.
Heridas que no cierran porque nos empeñamos en quedarnos con el holograma, que le jodan ya... a todos los recuerdos, a todos los apegos, a todos los pasados de azúcar envenenada, que le jodan ya.