Hay días en los que se me hace más difícil decirte que todo saldrá bien...
que sigues conservando tu esencia, que no te rindas, que te mires más atentamente en el espejo y te quites el disfraz.
Creo en ti, pero ya no eres aquella adolescente con una reserva de aves en la cabeza, que podía volar alto a pesar de las caídas, ya no te compensan tanto las heridas...
No te voy a decir que sigas así, porque algo tiene que cambiar, no puedes negarte tantos abrazos, no puedes permitirte seguir viviendo en la superficie, porque sabes que tú eres más de bucear.
Prométeme, pero de verdad, que vas a luchar por ser quién quieres ser, que vas a desterrar, cuanto más tiempo mejor, la apatía y que no vas a darte por vencida cuando vengan las rutinas de costumbres que construiste por "comodidad".
Sabes que te quiero pero no me gusta tanta supervivencia, no me gusta que sigas contando tantos años sin vivir, quiero que valores tu realidad y que la cambies, te cambies para eliminar de una vez esa sensación de desperdicio temporal.
No dejes que la razón o el sentimiento te dominen durante mucho tiempo, porque sabes que pierdes más que ganas con tanto extremo. Y por favor, sé feliz, no por miedo a la tristeza, sino por vocación.
Maríya
No hay comentarios:
Publicar un comentario